Solo los
grandes genios saben cuándo elegir
morirse para joder a todo el
mundo. Chavela Vargas dijo que lo haría en domingo para molestar y así fue.
Gabriel García Márquez en vida siempre se rió
de las beatas costumbres con las que creció en Colombia y hasta los pasos más
recogidos de jueves Santo se detuvieron durante un minuto para llorar la muerte
del biógrafo de Latinoamérica, el hijo del telegrafista que dio forma de libro
al sentir de un continente. Porqué las lágrimas llegaban desde la Patagonia
hasta Tijuana y desde San Ángel a Aracataca.
Muere
el GENIO, pero como los grandes, solo ha muerto su cuerpo, porque su obra
perdurará por los siglos y al fin y al cabo, el cuerpo es lo que menos debe
importar, todos hemos nacido para morir, unos antes, otros después, unos dentro
de la paz y reconfortados con la presencia de su familia en esos últimos
instantes, otros de una forma más brusca y sin apenas tener tiempo para
despedirse de los que aman y otros en el más absoluto de los silencios, sin que
nadie llore su desaparición.
Muere
el GENIO, pero nos deja lo más importante, pasaran siglos, milenios, y su obra
será reconocida, cuando ni tan siquiera podamos ni imaginar cómo será el
planeta en el que habitamos, siempre quedará un sitio llamado biblioteca, donde
vivirán sus obras rodeadas de otras que también perduraran. Así podremos
encontrar esperando a que se visiten:
“La hojarasca” , “El coronel no
tiene quien le escriba”, “La mala
hora”, “Los funerales de la Mamá
Grande”, “Cien años de soledad”, “Isabel viendo llover en Macondo” , “La novela en América Latina: Diálogo” (obra
ésta realizada junto a su gran amigo
Mario Vargas Llosa, del que se fue distanciando, pero ambos siempre se
guardaron un profundo respeto), “Relato
de un náufrago”, “La increíble y triste
historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada”, “Ojos de perro azul”, “El negro que hizo esperar a los ángeles”, “Cuando era feliz e indocumentado”, “Chile, el golpe y los gringos”, “El otoño del patriarca”, “Todos los cuentos de Gabriel García Márquez:
1947-1972”, “Crónicas y reportajes” (no
hay que olvidar que fue un periodista), “Operación Carlota” , “Periodismo militante” , “De viaje por los países socialistas” , “La tigra”, “Crónica de una muerte anunciada” , “Obra periodística” , “El verano feliz de la señora Forbes”, “El rastro de tu sangre en la nieve”, “El secuestro: Guión cinematográfico”, “Viva Sandino” , “El amor en los tiempos del cólera” , “La aventura de Miguel Littín, clandestino en
Chile”, “Diatriba de amor contra un
hombre sentado: monólogo en un acto”, “El general en su laberinto” , “Notas de
prensa, 1961-1984”, “Doce cuentos
peregrinos” , “Del amor y otros
demonios” , “Cómo se cuenta un cuento”, -
“Me alquilo para soñar”, “Noticia de un
secuestro” , “Por un país al alcance de
los niños”, “La bendita manía de contar”,
“Por la libre: obra periodística
(1974-1995)", “Vivir para contarla”
, - “Memoria de mis putas tristes”, “Yo
no vengo a decir un discurso”.
Muere
el GENIO, pero el más grande de los GENIOS, incluso le dio tiempo a despedirse
de sus amigos y de la gente que le importaba, se despide un genio:
"Si por un instante Dios se olvidara de
que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no
diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen,
sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por
cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría
cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía
cuando los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!
Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no
solamente mi cuerpo, sino mi alma.
Dios mío si yo tuviera un corazón, escribiría
mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño
de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat
sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las
rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus
pétalos...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No
dejaría pasar un sólo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del
amor.
A los hombres les probaría cuán equivocados
están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que
envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría
que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no
llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes,
los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la
montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la
escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño
puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho
a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas
cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán
de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me
estaré muriendo.
Siempre di lo que sientes y haz lo que
piensas. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te
abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.
Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te
daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que
esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus
palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos
son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría,
tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra
oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo
que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven
o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no
esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás
el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que
estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas
cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos
bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname",
"por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que
conoces.
Nadie te recordará por tus pensamientos
secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus
amigos cuanto te importan."
MUERE EL GENIO. D.E.P.
NANHESJ TESMA