28
de diciembre de 2012: Lo que puede dar de sí un viaje hasta Zamora
Te recuerdo
que te he pedido permiso, por eso me atrevo a romper un poco el silencio que te
prometí cuando me lo pediste y que por otro lado me alegro no mucho, muchísimo,
que casi no se esté cumpliendo.
Hoy me he
levantado a las 06:08 horas; nada más sentarme en la cama le he dado un beso a
tu pulsera y he notado como algo pasaba en mi pecho, como el corazón ha
comenzado a latir un poquito más deprisa de lo normal. He madrugado porque
tenía que ir a Zamora y como me apetecía no mucho, lo siguiente, llegar
prontito al despacho para encontrarte conectada, ayer le avisé al conductor que
hoy saldríamos a las 07:30 en vez de las 08:30 como teníamos previsto. Me he duchado,
como siempre con los ojos cerrados, dejando que el agua se recree por mi cuerpo
y recreando miles de sueños e ilusiones en las que aparecías en todas, en
absolutamente todas eras la protagonista, en absolutamente todas yo deseo que
seas la protagonista; me he vestido, me he tomado un café corriendo y he salido
con el coche en dirección al destino; la mañana estaba desapacible, frio y
muchísima niebla, una niebla que no dejaba ver más allá de unos pocos metros,
lo que hacía que el sentimiento de soledad se acrecentara al no ver a nadie por
la carretera.
He llegado al trabajo,
he subido al despacho y lo primero que he visto es una postal navideña que tú
me mandaste en una foto y que hizo tu hijo, me decía en ella, coloca en mi
árbol todos los deseos e ilusiones del año que viene, no es necesario que los
piense mucho, pues los tengo escritos detrás de esa postal. He recogido los documentos que necesitaba
llevar y nos disponemos a irnos, como hay niebla ira más despacio y como hay
niebla, me coloco en el asiento delantero, al lado del conductor, así estaré
menos nervioso y podré charlar con él para que no se duerma. Cuando pasamos
Benavente, paramos para tomar un café, y como vi que estaba muy despierto,
cambie mi ubicación para el asiento trasero, todo ello con la intención de
encender el ordenador e ir adelantando alguna cosilla, meto la mano en el
lateral de mi bolso, donde tengo las memorias extraíbles y en vez de sacar la
que quería he sacado otra, esa otra en la que tengo guardadas todas tus fotos, las
he mirado una a una, una y otra vez, algunas por encima, otras recreándome en
tu imagen, y mientras ocurría esto, algo me vino a la cabeza y yo lo apunte en
un papel. Eso que me venía a la cabeza es lo siguiente:
Déjame tomarte en mis brazos,
que no sean míos,
que no sean tuyos
que sean nuestros
Déjame mirarte a los ojos,
hasta hacerlos cautivos,
deja que el tiempo sea testigo,
de mis palabras, de mis sentimientos.
Déjame escuchar tus sueños,
hazme participe de tus ilusiones,
caminemos juntos de la mano,
tengamos los mismos proyectos.
Deja que mi respiración,
se pose sobre tu cuerpo,
que recorra cada poro,
que me sienta vivo, no muerto.
Deja que mis manos,
te den caricias y luna de miel,
que se una tu pecho y mi pecho,
hasta que se fusionen, piel con piel
No se porque me apetecía tanto que la tuvieses, es
una más y nada tiene en especial que la distingan de otras muchas que te hice y
que te hago, pero esta no sé si es por la forma en la que comencé el día, o
porque la niebla me hace ser muy introspectivo, pero me apetecía y me apetece
muchísimo que la tengas.
Y ahora, sshhhhhhhhhhhh, a trabajar…………………………………….
TE QUIERO MI AMOR. NANHESJ. TESMA. §.
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